Un grupo de ciclistas y senderistas se reúne para realizar los 36 kilómetros de la ruta e iniciar una campaña de puesta en valor del entorno y concienciación en redes sociales de las posibilidades para el turismo de la zona. |
En apenas unos días, más de 1.300 personas han visto en Youtube y 8.000 en la web tuvidaenbici.com, la iniciativa de un grupo de ciclistas y senderistas para sacar de la “desmemoria” a la vía férrea entre Gadea (Villarrasa) y El Berrocal. En total, 36 kilómetros de un trazado para el que solicitan su restauración, sobre todo de los puentes, cuyo paso es peligroso, y su conversión en vía verde del río Tinto. Se trata de una reivindicación histórica, “de muchos años y con muchos colectivos detrás”, apunta uno de los integrantes del grupo y autor del vídeo, José Khupez, “tratando de que este asunto se tenga en cuenta y se proceda al mantenimiento de este patrimonio”. Un pasado minero de la provincia de Huelva en forma de puentes, estaciones y túneles abandonados que, con el paso del tiempo y la falta de mantenimiento, son peligrosos para los que transitan el lugar, al faltarle barandillas de seguridad y planchas para andar sobre ellos. En esos casi 40 kilómetros se tiene como compañero de la travesía al río Tinto, unos paisajes, según narra el fotógrafo José María Delgado, colaborador en este trabajo, “increíbles”. Delgado añade que “excursionistas, ciclistas, fotógrafos, descubrirán en esta vía una naturaleza especial, los cambios de tonos del agua según la luz, el momento del día, si ha llovido o no, etc. Merece mucho la pena contemplarlo”. En este mismo sentido se manifiesta el onubense José Ramón Manzano Barrero, que asegura que en 16 años que lleva “andando ese río” las cosas han cambiado “a peor”, con estaciones y puentes destrozados por el paso del tiempo y el expolio en la zona. El pasado 26 de enero un grupo de más de 40 personas se subió a la bicicleta, se calzó las botas y se propuso grabar el recorrido, con sus bondades y peligros. De este viaje de pocas horas salieron varios vídeos de las diferentes personas involucradas en el proyecto, como Fillobikers y Olallareal (son sus apodos). Según apuntan, entre los planes de la Fundación Riotinto estaba “la ampliación del tren turístico pero la realidad es que desde hace 30 años esta zona no ha recibido conservación y, actualmente, el proyecto es inviable por el estado de la vía y se ha ido dejando en el olvido. Los puentes se han ido desmontando, sus traviesas no aportan seguridad, así como los raíles del tren, que no existen ya en algunos tramos”. Ampliar el parque minero. Este es el sueño de la Fundación Riotinto cuyo director, José María Mantecón, ha explicado a este diario que no tienen “potestad” en este asunto que depende, en todo caso, “de la Fundación de Ferrocarriles Españoles. Las creaciones de vías verdes nada tienen que ver con nosotros”. Asimismo, ha reconocido que entre sus proyectos está “intentar aumentar el trazado del ferrocarril turístico”, actualmente de 11 kilómetros. Este es uno de los reclamos turísticos de la zona, explotados por la Fundación como la Peña del Hierro o el Museo Minero. A pesar de que este es un proyecto histórico, Mantecón reconoce su dificultad debido a la crisis actual. “Creemos que sería un revulsivo para la Comarca que lo aumentáramos”. Al respecto, los autores de esta iniciativa pro vía verde aseguran que es más económico la vía verde que adaptar el trazado para que pase el tren, que obligaría a reforzar extremadamente los puentes y restablecer los raíles expoliados. En palabras de José Ramón Manzano Barrero, “ahora lo mejor es hacer la vía verde que perderlo todo, la férrea es inviable. Un proyecto así y el mantenimiento que precisaría costaría tanto dinero que nunca llegaría a ser rentable, por lo que esta propuesta es irreal”. En el mismo sentido se manifiesta el catedrático de Universidad y director del grupo de Investigación en Estrategia de Innovación y Desarrollo en la Empresa Turística (Geidetur), Alfonso Vargas-Sánchez, que indica que, “independientemente de los recortes presupuestarios consecuencia de la tan traída y llevada crisis, que dificultan la puesta en marcha de inversiones, cualquier gestor público con visión de futuro vería en ese sendero e infraestructura (puentes, etc.) del antiguo ferrocarril minero una oportunidad desde el punto de vista turístico”. A juicio del investigador, “una comarca tan castigada bien merecería un esfuerzo extra para conservar este patrimonio y ponerlo en valor. Un patrimonio que, unido a los valores paisajísticos tan peculiares, representa un elemento diferenciador que refuerza ese potencial aprovechamiento turístico, bien sea a través de la prolongación del actual ferrocarril que gestiona la Fundación Riotinto, bien a través de ciclovías que permitan una actividad al aire libre (tanto para ciclistas como para caminantes) en contacto con la naturaleza; o ambas cosas”. Pone el acento además en la responsabilidad que tiene en esta conservación y desarrollo de iniciativas la empresa. “La reanudación de la actividad extractiva en las minas (especialmente la de Riotinto) es una oportunidad para que la iniciativa privada también se implique en la recuperación de este patrimonio, no sólo histórico sino también simbólico. Las compañías mineras hoy en día tienen asumido su compromiso con la sociedad, que se plasma de sus políticas de responsabilidad social corporativa, que bien podrían materializarse en una colaboración económica y técnica para que dicho patrimonio identitario no se pierda”. El experto en turismo concluye apuntando “un hecho positivo que merece ser subrayado es la implicación de ciudadanos y colectivos sociales en la concienciación de todos nosotros acerca de este riesgo, reclamando soluciones de forma constructiva. Debemos estarles agradecidos”. El recorrido. Desde la Estación de Gadea (km 38,4 de la línea Huelva-Riotinto) el primero de los puentes es el de Corumbel (km 42,2). Según apuntan José Ramón Manzano y Francisco Membrillo en la ‘Guía de Senderos insólitos de la provincia de Huelva: El río Tinto’, dicho puente posee una infraestructura de mampostería de ladrillos y lajas, con dos arcos rebajados y tiene una longitud de 21 metros y 5 metros de alto. Se conserva en bastante buen estado y su paso no ofrece dificultades. La Estación de Manantiales (km 47,1) está a medio camino antes de llegar al puente Manantiales (km 47,8), con una longitud total actualizada de 89.40 m, con una altura de 8.3 m sobre el nivel de estiaje. Está compuesto por tres sólidos pilares de mampostería, de 2,8 m de grueso. “Es un puente mixto cuya estructura metálica está seriamente dañada y ofrece cierto riesgo para el paso de personas, siendo por completo desaconsejable el uso de bicicletas u otros vehículos de dos ruedas. Aunque conserva la barandilla peatonal no debemos fiarnos y andar con cuidado, siendo la plataforma situada aguas abajo la más segura para cruzarlo a pie”. Tras cruzar el túnel Salomón (km 51,3), de 142 metros de longitud, se llega hasta el Puente Salomón (km 51,4). Según los autores, esta es “la obra de ingeniería más importante y actualmente mejor conservada de todo el trazado. Tiene una longitud total de 68 metros. Consta de una estructura metálica única, de acero, que se apoya en un gran pilar central, el cual se coloca diagonal respecto al eje del puente y según la dirección de la corriente del río”. Habiendo dejado atrás la estación de las Cañas (km 56,5) y otros puntos de interés se llega al túnel del Peral (km 59,2), de 139 metros de longitud. El túnel Mansegoso (km 62,5) de 120 metros de longitud nos lleva hasta el puente sobre barranco Mansegoso y, desde ahí, al túnel del Manzano (km. 63,8) y al puente de mismo nombre. De 55 m de largo y 4 m de ancho, esta infraestructura se conserva en buen estado. “Vemos los soportes del cable de la barandilla peatonal (los cables faltan) y la plataforma en voladizo para los peatones, que está bien conservada, aunque no del todo sujeta a la estructura, por lo que se debe andar con prudencia por el peligro que supone hacerlo de forma descuidada o excesivamente rápida. El puente consta de tres luces y dos pilares que se han conservado bastante intactos desde la época de su construcción. La estructura está formada por unas vigas laterales de cajón de celosía de 1,3 m de alto, arriostradas en los planos vertical y transversal. La vía discurre sobre traviesas metálicas de 14 cm apoyadas en largueros de madera que se sustentan en las vigas de cajón antes indicadas”. Varias infraestructuras, como el Caserío de El Manzano y el túnel Chico, del que aún se puede ver su localización, podemos encontrarlas hasta la Estación de Berrocal (km 66,1). En este punto, el colectivo proponen que concluya la vía verde, rematada con la restauración de alguna de las edificaciones de su trazado para que, como en otras vías verdes de nuestro entorno, por ejemplo de la provincia de Sevilla y Cádiz, puedan servir de albergue o parada para los usuarios. Vídeo travesía: http://bit.ly/1kZJA44 Versión 2: http://bit.ly/1bykYwy Versión 3 (Olallareal): http://bit.ly/1eB8Fkk Versión 4 (Fillobikers): http://bit.ly/1jimsA0
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Piden la restauración de los puentes férreos entre Gadea y El Berrocal y su conversión a vía verde
06/02/2014 / Leandra Moyano